lunes, 23 de abril de 2018

Peliculas sobre educación especial


A continuación, te recomendamos 10 películas que pueden ser un buen comienzo para tratar este tema en el aula. 

Like stars on hearth: Se trata de una película muy emotiva que nos cuenta la historia de Ishaan, un niño indio de 8 años que presenta algunas dificultades de aprendizaje y que su entorno parece no comprender. Pero algo está a punto de cambiar cuando el profesor de Arte se fija en él…
Me llaman Radio: Una historia basada en hecho reales que narra la relación entre un entrenador de fútbol de un instituto en Carolina del Sur y Radio, un joven con discapacidad intelectual que abandonó la escuela. La moraleja es muy especial: ¡todo el mundo tiene algo que enseñar a los demás! De 12 años en adelante.
Forrest Gump: Todo un clásico ya del cine, que nos hace pensar sobre lo importante que es darle oportunidades a todas las personas, por muy diferentes que sean, ya que su capacidad de superarse y conseguir los diferentes retos puede acabar siempre por sorprendernos. A partir de 12 años.
Yo soy Sam: Es muy difícil que no se escape alguna lágrima al ser testigos de este relato, en el que Sam (Sean Penn), que sufre una discapacidad intelectual, debe luchar por la custodia de su hija pequeña y defender sus derechos como padre. Si no la has visto todavía, ¡no te la puedes perder!
Rojo como el cielo: Como consecuencia de un fatídico accidente, Mirco, un niño italiano protagonista de esta historia, sufre una lesión cerebral que le supondrá una ceguera crónica. ¿Será capaz de superar las dificultades que ello supone?
Yo también: Laura y Daniel viven una historia de amor, como tantas otras que se han contado en la pantalla grande, pero con una pequeña diferencia que la hace muy especial. Y es que Daniel padece síndrome de Down, lo que hace permite abrir el debate sobre discapacidad y cómo ésta afecta a las relaciones personales. No recomendada para menores de 12 años.
Rain man: El protagonista de esta historia es Raymond, un hombre con Síndrome de Savant, que consiste en un trastorno de espectro autista que se caracteriza por presentar una memoria prodigiosa y otras habilidades inusuales. ¿Es posible memorizar enteros 9000 libros a lo largo de una vida? ¡Imprescindible!
El octavo día: Dos mundos se encuentran en esta película belga, el de Georges (un hombre con síndrome de Down) y el de Harry (un ejecutivo), que no imagina cuánto podrá aprender de Georges. Para estudiantes a partir de 12 años.
Un mundo a su medida: ¡Lo importante no es ser iguales, lo importante es formar un buen equipo! No se nos ocurre una película mejor que ésta para representar esta idea, donde dos adolescentes que se complementan a la perfección aprenderán a superar juntos diferentes adversidades.
Las llaves de casa:La película es una emotiva adaptación de la novela “Nacido dos veces” de Giuseppe Pontiggia, que trata sobre la relación del autor con su hijo discapacitado. Una historia sencilla pero que, sin duda, dejará huella. No recomendada para menores de 12 años.

Vídeo para sensibilizar: cuerdas




La rutina de María en el colegio se verá alterada por la llegada de un niño muy especial, que puede inferirse que presenta parálisis cerebral. Pronto se convertirán en amigos inseparables.

La película, repleta de matices, narra una tierna historia de amistad entre dos niños muy especiales pero también es una obra que habla de valores e ilusiones y que es capaz de cautivar al espectador desde que aparece en pantalla el primer fotograma y se escucha la primera nota musical hasta los agradecimientos finales.

Educación especial en la actualidad


La educación debe ser pensada desde un punto de vista abarcador para que todo el alumnado tenga cabida, entendiendo y respetando las numerosas diferencias en velocidad y tipos de entendimiento y aprendizaje. Las personas tienen necesidades educativas diferentes en mayor o menor medida y pensando en una educación especial estamos resaltando la importancia de atender la diversidad de forma adecuada.

El sistema educativo debería apoyarse en un principio de normalización a partir del cual se garantice el derecho a una educación para todo el alumnado, sin excepciones, poniendo todos los medios y recursos disponibles en acción para que cada alumno desarrolle sus posibilidades al máximo.

La educación especial debe apuntar a generar las condiciones educativas para generar la integración en la sociedad a nivel general y en el ámbito escolar a nivel particular. Pensar en cada uno de los alumnos y en sus dificultades para el aprendizaje permite a los docentes desarrollar estrategias didácticas puntuales que reconozcan y permitan superar los obstáculos que cada alumno trae consigo. Una educación especial correctamente implementada debe trabajar con las distintas dimensiones del alumnado para lograr el aprendizaje significativo. Este tipo de aprendizaje solamente puede conseguirse mediante estrategias formativas y curriculares especiales que apunten tanto a la adaptación del currículo como a la enseñanza cooperativa. Son los propios alumnos los que más se ayudan entre sí a superar barreras y dificultades cognitivas.

La escuela como espacio de entendimiento
La institución escolar tiene que ser entendida como un espacio de encuentro entre diferentes realidades, un espacio para el entendimiento y el crecimiento intelectual, pero también para la socialización y el aprendizaje de normas, reglas y formas de convivencia. La educación especial debe estar reflejada no únicamente en un salón donde se deposita a los alumnos con dificultades, sino como una medida de integración para trabajar sobre las dificultades cognitivas y abordarlas de tal forma que todo el alumnado pueda hacerse con los conocimientos, normas y reglas para la vida en sociedad.

El rol de la educación infantil
Fuente:  Pixabay
Fuente: Pixabay
En muchos casos la educación infantil es la primera etapa educativa para muchos niños, un período muy importante para que los pequeños aprendan a convivir entre sí, y donde el rol del docente como guía se torna esencial. En la educación especial y diversificada es una etapa fundacional porque marcará las bases del entendimiento y la aceptación de otro diferente.

Los niños tienen menos inhibiciones a la hora de aceptarse entre sí, no crean las barreras y sesgos discriminatorios que los adultos suelen tener integrados socialmente, por esa razón es fundamental que desde la educación infantil se potencie la idea de una educación especial para aceptar la diversidad, fomentarla e integrarla a los grupos sociales de forma natural. La cooperación como método de trabajo es la clave para comprenderse mutuamente entre las personas, respetar las diferencias y crecer en una sociedad donde la verdadera integración sea posible y así ayudar a las personas con mayores dificultades a mejorar en su proceso educativo y de formación.

La clave está en la inclusión social
La educación especial tiene como objetivo principal integrar y lograr la inclusión social para todos los estudiantes. En el reconocimiento de la diversidad se encuentra la clave para crear una sociedad mejor donde las personas no sean separadas y clasificadas, sino integradas como parte de un todo.

Fomentar la cooperación y el entendimiento de la diversidad, tanto en capacidades como en tiempos de aprendizaje, se vuelve una constante para los docentes de una nueva escuela que poco a poco avanza en los principales países europeos y también en ideales educativos de América Latina.

En el marco de una reflexión sobre educación especial se vuelve fundamental entender los conceptos de discapacidad a lo largo de la historia. La sociedad ha tendido siempre al ocultamiento de la discapacidad y las personas que las sufren, como si se tratarse de manchas que le restan valor. Sin embargo con el avance de las tendencias integradoras se ha empezado a separar el concepto de discapacidad del de enfermedad, un gran avance que permite entender que aún con capacidades diferentes las personas siguen pudiendo aportar a la sociedad desde su lugar.

Hoy la educación especial está basada en los principios fundamentales que buscan crear un ambiente educativo lo menos restrictivo posible. Actualmente la política educativa tiende a superar los modelos paralelos que separan a los alumnos que necesitan educación especial de los que llevan adelante su educación en el curso de la escuela normalizadora, diseñada con un marco cronológico, curricular y didáctico que toma un concepto de normalidad fijo.

Hoy la escuela especial poco a poco busca integrarse a la escuela normalizadora varios años después de esta separación que termino separando a la sociedad y creando identidades especiales en los alumnos que no tenían el suficiente nivel intelectual para acceder a la escuela normal.

Historia de la educación especial



Es difícil determinar el momento en que se inicia la historia de la Educación Especial, sin embargo se tiene conocimiento que en sus orígenes ésta se impartía en forma accidental, aupada por la filantropía y la lástima.  Luego en el siglo XIX se tienen reportes acerca de la creación de asilos para niños “anormales” con una significativa orientación médica. Más adelante, en el siglo XX surgieron las escuelas especiales para personas con discapacidad visual y para personas con discapacidad intelectual, principalmente en Europa Oriental y los Estados Unidos, culminando en la proliferación de instituciones educativas para niños personas con discapacidad alrededor del mundo. Posteriormente, ya en el siglo XX, surgen las primeras clases especiales paralelas a la educación regular y se da inicio a la pedagogía diferencial. En esta primera etapa la Educación Especial se caracterizó por una concepción asistencial institucionalizada, un enfoque clínico con énfasis en la deficiencia y una actitud segregacionista por parte de la familia y la sociedad en general hacia los niños con discapacidades. Existieron también dentro de la sociedad grupos que impulsaban el cambio e hicieron aportes significativos al tratamiento de niños con necesidades especiales, promoviendo la educación como medio fundamental de superación del ser humano.

La conformación de un marco legislativo, afianzó aún más el desarrollo de la Educación Especial. El derecho a la educación de las niñas y niños con necesidades especiales es reconocido por primera vez en la Declaración de los Derechos del Niño de la Unión Internacional para la Protección de la Infancia (UNICEF) y aprobado en 1924 por la Asamblea de la Liga de las Naciones, pero no es hasta 1959 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó los derechos al tratamiento, educación y cuidado del niño física, mental o socialmente incapacitado. En Venezuela, la evolución de la Educación Especial, no fue diferente a la que caracterizó la atención de sujetos con necesidades especiales a nivel mundial.



Desde principios del siglo XX existió interés dentro de la sociedad venezolana en brindar atención a esta población, prueba de ello lo constituye el Código de Instrucción Pública de 1912, en el cual se reconoce a los “sordo-mudos” el derecho a recibir atención educativa adecuada, aun cuando se les tipificaba como “anormales”. No obstante, es en el año 1935 cuando se realiza la primera acción a favor de esta población con la creación de la “Asociación de Amigos de los personas con discapacidad visual y los sordo-mudos”, institución privada que con ayuda del Ministerio de Educación de aquel entonces, comienza a dar atención a los niños personas con discapacidad visual y discapacidad auditiva (comúnmente llamada sordera). El desarrollo de la Educación Especial, permanece atado a la acción privada quien durante aproximadamente tres décadas continua ocupándose de la población “especial” dentro de una visión de carácter asistencialista, mediante la creación de instituciones, tales como: Casa Hogar de niñas discapacidad visual, Fundación Federación de Instituciones Privadas de Asistencia al niño y la familia (FIPAN). También se crea el Instituto de Fonoaudiología, nace la Asociación Venezolana de Padres y Amigos de niños excepcionales (AVEPANE) y la Asociación Nacional contra la Parálisis Cerebral (ANAPACE), entre otros. En 1967 el Ministerio de Educación crea el Departamento de Excepcionales y Preescolar, adscrito a la Dirección de Educación Primaria y Normal.

Para ese momento dependen del Ministerio, tres escuelas especiales para la atención de niños sordos y con problemas de lenguaje, además de la escuela Louis Braille del Instituto Nacional de Personas con discapacidad visual. Venezuela mantiene una actitud favorable en este sentido y se asume el modelo psicopedagógico enfocado hacia la orientación psicoeducativa de la acción docente especializada, situándola dentro del contexto social del individuo. Para 1975 se establece la política de Estado en materia de Educación Especial, fundamentada en principios de base científica y jurídica, se crea la Dirección de Educación Especial, que reemplaza a la sección de Educación Excepcional y se le adscribe a la Dirección General Sectorial de Básica y Media Diversificada, igualmente se crea la Comisión Permanente de Retardo Mental En el año 1976, el Ministerio de Educación, pauta todo el funcionamiento de la Educación Especial en el país a través del Documento “Conceptualización y Políticas de la Educación Especial en Venezuela”. En 1980 se otorga a la Educación Especial carácter de Modalidad dentro del Sistema Educativo Nacional y para 1989 se revisa la Política. Surge un nuevo documento, que posteriormente se modifica en el año 1997, donde se desarrolla un documento por cada área de atención y programa perteneciente a esta modalidad. Los cambios en materia de Política Educativa, en relación con la Educación Especial han estado signados por la evolución de esta disciplina y sus aportes a nivel mundial y se han presentado en concordancia con los requerimientos y necesidades presentes en nuestra sociedad.


¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN ESPECIAL?
La educación especial es aquella destinada a alumnos con necesidades educativas especiales, ya sea por sobredotación intelectual o bien por discapacidades psíquicas, físicas o sensoriales. Este tipo de educación comprende todas las actuaciones enfocadas a compensar dichas necesidades, en centros ordinarios o en centros específicos.
Entendemos la educación especial como un servicio de apoyo a la educación general que estudia los procesos de enseñanza-aprendizaje, y que se define por los apoyos especiales y necesarios, nunca por las limitaciones del alumno, y siempre con la finalidad de lograr el máximo desarrollo personal y social de las personas con necesidades educativas especiales.
¿QUIÉN ES SUSCEPTIBLE DE RECIBIR EDUCACIÓN ESPECIAL?
Los niños con discapacidades son elegibles para recibir servicios de educación especial y servicios relacionados cuando cumplen con la definición de un “niño con una discapacidad”. Esta definición está regulada por las leyes de cada país.
¿CÓMO IDENTIFICAR SI UN NIÑO NECESITA EDUCACIÓN ESPECIAL?
A veces no es fácil distinguir si el alumno presenta cierta desventaja frente a otros niños por algún motivo relacionado con una discapacidad. Los padres pueden averiguarlo observando ciertos aspectos en su proceso de desarrollo y en su proceso escolar y cotidiano. Cada niño tiene su particular proceso de desarrollo, aunque hay algunas escalas que permiten darse una idea de lo que debería estar realizando en cada etapa, es necesario estar atentos a los procesos del niño. Si los padres observan que hay algunas conductas o situaciones en el desarrollo de sus hijos que no sean comunes es necesario dirigirles a un profesional para que los oriente en lo que se debe hacer.
En el proceso escolar, si los padres reciben una llamada de atención desde la escuela acerca de la conducta de su hijo, deberán identificarlas para dirigirse al profesional psicopedagogo para que con su ayuda pueda ser llevado a cabo de una manera más profesional.
¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN INCLUSIVA?
La educación inclusiva es un modelo educativo que busca atender las necesidades de aprendizaje de todos los niños, jóvenes y adultos prestando especial atención a aquellos que son vulnerables a la marginalidad y la exclusión social.
La educación inclusiva es considerada como un proceso que toma en cuenta y responde a las diversas necesidades asociadas a la discapacidad y al ambiente, pero no exclusivamente a ellas. Esto implica que las escuelas deben reconocer y responder a las diversas necesidades de los estudiantes sin distinción de raza, condición social y cultural.