La educación debe ser pensada desde un
punto de vista abarcador para que todo el alumnado tenga cabida, entendiendo y
respetando las numerosas diferencias en velocidad y tipos de entendimiento y
aprendizaje. Las personas tienen necesidades educativas diferentes en mayor o
menor medida y pensando en una educación especial estamos resaltando la
importancia de atender la diversidad de forma adecuada.
El sistema educativo debería apoyarse en un
principio de normalización a partir del cual se garantice el derecho a una
educación para todo el alumnado, sin excepciones, poniendo todos los medios y
recursos disponibles en acción para que cada alumno desarrolle sus
posibilidades al máximo.
La educación especial debe apuntar a
generar las condiciones educativas para generar la integración en la sociedad a
nivel general y en el ámbito escolar a nivel particular. Pensar en cada uno de
los alumnos y en sus dificultades para el aprendizaje permite a los docentes
desarrollar estrategias didácticas puntuales que reconozcan y permitan superar
los obstáculos que cada alumno trae consigo. Una educación especial
correctamente implementada debe trabajar con las distintas dimensiones del
alumnado para lograr el aprendizaje significativo. Este tipo de aprendizaje
solamente puede conseguirse mediante estrategias formativas y curriculares
especiales que apunten tanto a la adaptación del currículo como a la enseñanza
cooperativa. Son los propios alumnos los que más se ayudan entre sí a superar
barreras y dificultades cognitivas.
La escuela como espacio de entendimiento
La institución escolar tiene que ser
entendida como un espacio de encuentro entre diferentes realidades, un espacio
para el entendimiento y el crecimiento intelectual, pero también para la
socialización y el aprendizaje de normas, reglas y formas de convivencia. La
educación especial debe estar reflejada no únicamente en un salón donde se
deposita a los alumnos con dificultades, sino como una medida de integración
para trabajar sobre las dificultades cognitivas y abordarlas de tal forma que
todo el alumnado pueda hacerse con los conocimientos, normas y reglas para la
vida en sociedad.
El rol de la educación infantil
Fuente:
Pixabay
Fuente: Pixabay
En muchos casos la educación infantil es la
primera etapa educativa para muchos niños, un período muy importante para que
los pequeños aprendan a convivir entre sí, y donde el rol del docente como guía
se torna esencial. En la educación especial y diversificada es una etapa
fundacional porque marcará las bases del entendimiento y la aceptación de otro
diferente.
Los niños tienen menos inhibiciones a la
hora de aceptarse entre sí, no crean las barreras y sesgos discriminatorios que
los adultos suelen tener integrados socialmente, por esa razón es fundamental
que desde la educación infantil se potencie la idea de una educación especial
para aceptar la diversidad, fomentarla e integrarla a los grupos sociales de
forma natural. La cooperación como método de trabajo es la clave para
comprenderse mutuamente entre las personas, respetar las diferencias y crecer
en una sociedad donde la verdadera integración sea posible y así ayudar a las
personas con mayores dificultades a mejorar en su proceso educativo y de
formación.
La clave está en la inclusión social
La educación especial tiene como objetivo
principal integrar y lograr la inclusión social para todos los estudiantes. En
el reconocimiento de la diversidad se encuentra la clave para crear una
sociedad mejor donde las personas no sean separadas y clasificadas, sino
integradas como parte de un todo.
Fomentar la cooperación y el entendimiento
de la diversidad, tanto en capacidades como en tiempos de aprendizaje, se
vuelve una constante para los docentes de una nueva escuela que poco a poco
avanza en los principales países europeos y también en ideales educativos de
América Latina.
En el marco de una reflexión sobre
educación especial se vuelve fundamental entender los conceptos de discapacidad
a lo largo de la historia. La sociedad ha tendido siempre al ocultamiento de la
discapacidad y las personas que las sufren, como si se tratarse de manchas que
le restan valor. Sin embargo con el avance de las tendencias integradoras se ha
empezado a separar el concepto de discapacidad del de enfermedad, un gran
avance que permite entender que aún con capacidades diferentes las personas
siguen pudiendo aportar a la sociedad desde su lugar.
Hoy la educación especial está basada en
los principios fundamentales que buscan crear un ambiente educativo lo menos
restrictivo posible. Actualmente la política educativa tiende a superar los
modelos paralelos que separan a los alumnos que necesitan educación especial de
los que llevan adelante su educación en el curso de la escuela normalizadora,
diseñada con un marco cronológico, curricular y didáctico que toma un concepto
de normalidad fijo.
Hoy la escuela especial poco a poco busca
integrarse a la escuela normalizadora varios años después de esta separación
que termino separando a la sociedad y creando identidades especiales en los
alumnos que no tenían el suficiente nivel intelectual para acceder a la escuela
normal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario